lunes, 3 de octubre de 2011

TEST “ELIJA SU ÁRBOL”

Nota: Este Test fue presentado en el Congreso Internacional de Grafología de París el año 1985 como ponencia del autor, habiéndose considerado tema de interés por colegas de varios países europeos.


El test "Elija su Árbol” está inspirado en el "Test del Árbol” de Koch y en el "Szondi‑Test".

Mediante esta prueba, que se complementa con la de Machover, y la de "El Árbol y la Casa", hemos tratado de añadir a nuestra batería de tests una prueba proyectiva, que pueden aclarar o confirmar determinados psicodiagnósticos.

Actualmente llevamos realizados unos 1.500 protocolos en donde, dentro de la batería de tests, se ha aplicado el "Test Elija su Árbol", con resultados satisfactorios en la mayor parte de los casos.

Consiste el test en la presentación al sujeto examinado, de dos páginas conteniendo 29 árboles para que elija dos y rechace otros dos. Se le pide a continuación que dibuje un árbol, sin tener en cuenta los dos que ha visto y elegido. De los árboles del test, aproximadamente la mitad, señalan tendencias patológicas o pertenecen a enfermos.

Los dibujos han sido tomados del mismo Koch (1) y de las experiencias de  Xandró (2) que ha trabajado durante años con el "Test del Árbol".



TEST “ELIJA SU ÁRBOL”

 

De Koch – Vels - Xandró




Nombre_________________________________Edad_______Profesión______________


INSTRUCCIONES: Elija el árbol que le gusta más y, a continuación, el árbol que le gustaría dibujar. Anote su elección en la casilla reservada a la RESPUESTA














RESPUESTA: El árbol que me gusta más es el número     




                       El árbol que me gustaría dibujar es el número
                       El árbol que me gusta menos es el número
                       El árbol que no me gustaría dibujar es el número

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DIBUJE UN ÁRBOL EN ESTE RECUADRO


















El "Test Elija su Árbol" como el Test de Apercepción Temática "de Murray" o el "Szondi‑Test", ofrece un estimulo visual estructurado (29 dibujos de árboles) en donde la reacción electiva y de rechazo puede darnos a conocer pulsiones instintivas inconscientes y datos caracterológicos de alto valor psicológico.

Las figuras de árbol más ELEGIDAS y RECHAZADAS, según nuestras estadísticas sobre 1.500 protocolos, son las siguientes:

                ÁRBOLES ELEGIDOS                               ÁRBOLES RECHAZADOS

Elección
del árbol
El árbol que dibujarían
El árbol
rechazado
El árbol que no dibujarían

Fig. 17 : 39%   Fig. 17 : 23%   Fig. 25 : 16%   Fig.  8 : 18%
Fig. 12 : 13%   Fig. 22 : 15%   Fig.  8 : 14%   Fig. 24 : 15%
Fig.  6 :  9%   Fig. 26 : 15%   Fig. 10 : 13%   Fig. 10 : 14%
Fig. 22 :  7%   Fig.  6 :  8%   Fig. 13 : 11%   Fig. 25 : 13%
Fig.  7 :  6%   Fig. 15 :  8%   Fig. 24 : 10%   Fig.  9 :  9%
Fig. 15 :  5%   Fig. 12 :  6%   Fig. 23 :  9%   Fig. 23 :  8%
Fig. 19 :  4%   Fig.  7 :  4%   Fig.  9 :  8%   Fig. 26 :  5%
Fig. 26 :  4%   Fig. 19 :  4%   Fig.  2 :  4%   Fig.  2 :  4%
Fig. 11 :  3%   Fig.  1 :  2%   Fig. 29 :  4%   Fig.  3 :  3%
Fig. 21 :  3%   Fig.  5 :  2%   Fig.  3 :  3%   Fig. 29 :  3%
                                Fig. 20 :  3%   Fig.  6 :  2%
                                                Fig. 13 :  2%

En general los árboles más elegidos son los señalados con los números 17, 22, 12, 26, 6, 15 y 7.

Los árboles más rechazados corresponden a las figuras números 25, 8, 10, 24, 9, 23 y 13.

Los árboles más neutros, los menos elegidos o rechazados, son los correspondientes a los números 27, 4, 14 y 20.

De los 29 árboles del test hay ocho que son casi siempre elegidos y nunca rechazados. Estos son los números 7, 11, 12, 15, 18, 19, 21 y 28. Por el contrario, son rechazados y rara vez elegidos los señalados con los números 3, 4, 8, 10, 13, 14, 23 y 29. Finalmente, el número 27 es muy rara vez elegido o rechazado. El resto, los números 1, 2, 5, 6, 9, 16, 17, 20, 22, 24, 25 y 26 son ambivalentes, es decir, lo mismo son elegidos que rechazados.


INTERPRETACIÓN

La hipótesis de que se partió para idear este test, radica en el hecho de que cada sujeto se identifica, consciente o inconscientemente con el árbol elegido y repele, inconscientemente, los árboles que rechaza.

Teóricamente, los árboles elegidos indican, de alguna manera, las necesidades o problemas actuales, aquellas vivencias personales más cargadas de tensión emocional o de aspiración positiva, es decir, aquellas tendencias o necesidades que el sujeto desea satisfacer y que consti­tuyen para él una meta, un objetivo gratificador. De alguna forma, serán también un indicador de su conducta, es decir, señalarán rasgos o aspectos del carácter acep­tados por el sujeto o cosas que realiza o desea realizar.

Por el contrario, los árboles rechazados tienden a destacar aquello que el sujeto no desea tener o poseer, y que de alguna manera son tendencias, instintos, necesidades o impulsos inconscientes rechazados por su equilibrio o inadecuación, por no estar de acuerdo con el "ideal del Yo , por su peligrosidad para el Yo, por complejos de culpabilidad o por representar, inconscientemente, un "deterioro" de la personalidad.


Pongamos algún ejemplo:

CASO N°‑ 1 ‑ Varón, 31 años, casado, 3 hijos, Gestor administrativo. Los niveles psicotécnicos son normales a excepción de la "atención numérica". En el desiderativo profesional nos da la máxima puntuación en música (tendencias depresivas) y en literatura (tendencia a la evasión de la realidad).

Dibuja una pareja humana de tamaño pequeño, en el centro de la página, de espaldas al espectador y subiendo un camino muy empinado cogidos de la mano. Interpretamos este DFH como dificultades en la vida sentimental del sujeto (amores a espaldas del entorno), que luego se confirman por otros tests y por la forma de evadir este aspecto durante la entrevista. Solicita un puesto directivo.

En el test "ELIJA SU ÁRBOL" nos da las siguientes elecciones y rechazos:


Árboles elegidos: números 22 y 26 = Contacto amable y hábil, flotante, impreciso que tiene como fin lograr los propios deseos con el mínimo esfuerzo y sacrificio posibles. Carácter alegre, locuaz y entusiasta (en apariencia, pues detrás de esa euforia de superficie, hay un fuerte estado depresivo). Tendencia a atribuir el valor a las personas o a las cosas por su aspecto externo (falta de profundidad y de realismo práctico). Talento descriptivo y decorativo y facilidad de expresión, pero a la vez cierta ligereza, por vanidad.
Tendencias internas depresivas, que suelen mermar la energía, la decisión y la iniciativa. Receptividad (tendencia a dejarse influenciar). Falta de sentido de la realidad (inseguridad en los juicios por desorientación del espíritu y por la presión de las depresiones de ánimo). Esto no impide cierta plasticidad en el carácter y esa alegría aparente y de colores unida a una buena capacidad descriptiva por gozo de sentirse escuchado.

Árboles rechazados: números 8 y 9 = Tendencia a huir de la realidad, aunque no siempre lo logra. Esta tendencia rechazada va unida, también, a la depresión, a la soledad a la evasión de la realidad para refugiarse en fantasías dantescas o de ciencia ficción, que son igualmente rechazadas, aunque no siempre logra vencer esta inclinación. Considera que, caso de ceder a estas tendencias, puede verse envuelto en ideas más o menos extravagantes unidas a rarezas de carácter, a desadaptaciones, incluso a desequilibrios de la personalidad (tendencias histeroides rechazadas).

Desea que le vean inteligente y lleno de facultades y de habilidad para las cosas y, por lo tanto rechaza todo lo que le huele a infantil, ingenuo, torpe o deformado, es decir, necesita que los demás le valoren por las cualidades que él desea tener.

Test de Lüscher


El sujeto es capaz de cooperar y de entenderse bien con sus compañeros (tiene buenas relaciones sociales aparentes), pero da más importancia a la buena armonía y compañerismo que a la actividad, de donde, un tipo de jefe de estilo protector que no se impone a sí mismo y a los demás "unas metas" tope, sino que invita a los subor­dinados a que se las impongan ellos mismos. Su lema den­tro de la Organización será: "La empresa ha de ser como una gran familia. Cada uno para todos". Aprecia el aspec­to humano de las personas en primer término: flores, música, café, etc.

Necesita cierta protección para su cuerpo y su con­dición sensorial, de donde la tendencia a evitar situa­ciones que le planteen problemas o conflictos; de aquí que trate de ofrecer a su ambiente lo mejor de si mismo para evitar roces y problemas. No se esfuerza lo sufi­ciente para lograr buenas metas o superar objetivos. Desea pocos problemas.

Se comporta de modo flexible y acomodaticio. Es sensible, impresionable e inclinado a dejarse llevar por entusiasmos absorbentes, estén o no en relación con su profesión. Está buscando un ambiente profesional o familiar agradable que le proporcione tranquilidad y compren­sión.

Test de la pareja, del árbol y la casa


Dibuja un árbol con tronco ennegrecido o sombreado, copa en óvalo elíptico con un ramaje enmarañado y raíces puntiagudas y distorsionadas.

Confirma las dificultades que esta persona puede tener en su vida sentimental, sus frustraciones afecti­vas, el gran vacío que le angustia y le deprime y otros problemas más o menos dramáticos relacionados con la familia, el matrimonio, el hogar, así como su deseo de que los demás le vean muy inteligente y le valoren o le pongan en valor por la brillantez de su lirismo imagina­tivo (más deseo de parecer que de ser). Puede tener rela­ciones amorosas ocultas y por las cuales sentir cierto complejo de culpabilidad.


CASO N°‑ 2 ‑ Varón, 33 años, casado, 1 hijo, empleado de Banca. Como impresión más destacada de su vida, relata el hecho de la muerte de su madre en accidente de tráfico cuando contaba 25 años, hecho que "no puede olvidar". Ha tenido varios empleos y no se ha sentido realizado en ninguno. 

Test elija su árbol

Elige los árboles números 15 y 12 = Tendencia a vivir con ilusiones, a soñar con los ojos abiertos (inclinaciones y aspiraciones poco diferenciadas, ingenuas, infantiles, convencionales). Por comodidad o por miedo, su resisten­cia a los cambios y su enfrentamiento con la realidad son defectuosos. El carácter es pacifico, o quiere serlo, buscando una adaptación suave y sin lucha a las condicio­nes del entorno o a las exigencias de la realidad. No obstante, le gusta sentirse en posesión de una inteligen­cia superior y se cultiva de modo autodidáctico (tiene fuerte inclinación al estudio de la entomología, le gusta el juego del ajedrez y la danza). Quiere que los demás le estimen y valoren.

Desearía poseer una estabilidad emocional mayor que la que tiene ya que, por su fuerte impresionabilidad y represión de tendencias afectivas, se carga mucho emocionalmente (tempestades emocionales internas). No obstante, de cara al exterior, se controla en exceso y ejerce sobre sí mismo una vigilancia cautelosa con el fin de mostrar una conducta y una vida afectiva e intelectual equilibradas en apariencia, es decir, se esfuerza por aparecer ante los demás como un hombre consecuente que sabe apreciar tanto los valores intelectuales, como los aspectos positivos de las cosas, así como el valor social y moral de los hechos.

Rechaza los árboles números 25 y 24 = Parece expresar en este rechazo el temor a una ruptura íntima entre los instintos y afectos y el modo de pensar, traduciéndose, sea por una cierta incoherencia, o por discontinuidad en el modo de pensar, sentir o querer con relación a su vida profesional o sentimental (diseminación de la atención en temas o asuntos varios). Como mecanismo de defensa contra este desequilibrio, el sujeto intenta volcarse en una actividad excesiva, a veces confusa y vana, con la cual pretende engañar muchas exigencias o necesidades internas en oposición con su ideal del Yo.

Pareja humana

DFH pequeños, en el centro, de perfil y enfrentándose, con las piernas de la fémina torpemente dibujadas después de varios intentos fallidos. Pies pequeños en ambas figuras y cabeza del varón grande, desproporcionada en relación con el cuerpo. La actitud de la pareja es la de dos personas que discuten, aunque en la historia el sujeto indica que la pareja inicia una danza.

La cabeza del varón grande indica el deseo de destacar ante los demás por los valores intelectuales (complejo de inteligencia) y la diferencia entre la actitud del dibujo y la actitud que se explica en la historia refleja la poderosa vigilancia que el sujeto ejerce sobre sí mismo y sobre sus tendencias agresivas (destacadas de modo muy pronunciado en las formas triangulares y ángulos agudos del grafismo).

Grafoanálisis

Escritura pequeña, invertida, muy regresiva (sobre todo en la zona inferior), retocada, filiforme, creciente, acerada y con presión desigual. Hampas plenas y barras de "t" en triángulo tras del hampa y con trazo final descendente. Este ambiente gráfico traduce a una personalidad bastante conflictiva, con una adaptación problemática y una sensibilización excesiva a las frustraciones.

Como habrá observado el lector, es conveniente buscar correlaciones de unos tests con otros, que es lo que hemos hecho en estos dos casos estudiados. Y recordar siempre que los árboles rechazados simbolizan, de alguna manera, temores, represiones, negaciones o rechazos de tendencias existentes en el sujeto y que en determinados momentos pueden manifestarse, cuando se rompe el bloqueo que las tiene postergadas o almacenadas en el inconsciente.

Las interpretaciones que siguen a continuación se han tomado de nuestras experiencias personales inspirándonos en las de Koch y Xandró.


Fig. 1 ‑ Tendencia a simplificar, a esclarecer, a ir al grano, o obtener una eficacia activa (el sujeto no anda por las ramas, va al grano). Ejecuta las tareas de forma marcial, disciplinada y organizada. Sabe aprovechar su tiempo al máximo. Controla bien la afectividad, aunque no esté totalmente exento de luchas interiores.
Si el dibujo es de tamaño pequeño, posiblemente hay que añadir que tiene un espíritu analítico, es detallista y minucioso. Imaginación creadora (Xandró).

Fig. 2 ‑ La misma interpretación que el caso anterior (fig. 1), pero más seco, de mente más árida, menos alegre y generoso, el sentimiento queda ensombrecido por el espíritu crítico y la razón. Precaución, reserva, gusto por las ocupaciones solitarias. Puede indicar también reserva en los sentimientos, desconfianza, cálculo frío de las cosas.

Fig. 3 ‑ Con la copa independiente del tronco y cerrada por abajo indica, según Xandró, deseos de ocultación, tendencia a permanecer en la sombra, a desconectarse de la realidad y del contacto con los demás. Por tanto, refleja la inseguridad autoestimativa y, en general, la falta de confianza del sujeto para vincularse al ambiente o afrontar situaciones nuevas, (dificultades de contacto y de relación). Esta escisión de las tres partes del árbol puede orientarnos, según Xandró, sobre problemas de tipo neurótico o escisión de la per­sonalidad.

Fig. 4 ‑ En general, expresa lo mismo que la fig. 1, pero hay que añadir la tendencia intima al resentimiento en virtud del ángulo que forma la copa (este resentimiento está más próximo a producirse en el contacto con las personas más íntimas que en la esfera social o profesional). E1 sujeto suaviza su comportamiento social o profesional y endurece su conducta en la intimidad.

Fig. 5 ‑ Tendencia a permanecer en la sombra, es decir, a ocultarse, a evadirse de todo compromiso social o profesional soslayable, lo que quizá pueda deberse a inseguridad autoestimativa o a dificultades de contacto humano. Posibles tendencias neuróticas a causa de la desadaptación (escisión entre el Yo pensante y el Yo afectivo).

Fig. 6 ‑ Tendencia a la introversión con algún rasgo de angustia (el oscurecimiento del árbol puede estar en relación con sentimientos de culpabilidad profundos o con estados de temor y de ansiedad). Cultivo de la vida interior sobre un fondo depresivo. En el trabajo, puede expresar buena concentración en las tareas, dedicación, fantasía, el sujeto se excede sobre lo que se le encarga hacer y esto puede entrañar también la tendencia a la divagación, al ensueño con los ojos abiertos, a sobrepasarse en algún sentido sobre la realidad.

Es también una prueba de imaginación y tal vez de encubrimiento de la personalidad.

Fig. 7 ‑ Tendencia a expresar su gusto estético, su afición artística, su admiración por las formas y por el equilibrio de los diversos elementos que componen un tema artístico. La inclinación del árbol hacia la izquierda puede estar en relación con el complejo de Edipo o apego a la madre. De aquí pueden derivarse también ciertos complejos de inferioridad, deseo de protección, falta de espontaneidad, angustia, ansiedad o deseo de un fuerte autocontrol emotivo.

Fig. 8 ‑ Tendencia a huir de la realidad. Soledad, depresión, evasión de la realidad para refugiarse en fantasías dantescas o de ciencia ficción. Ideas más o menos extravagantes unidas a rarezas de carácter y desadaptación, que puede llegar al desequilibrio mental. Tendencia al exhibicionismo o a complicar las cosas de modo que se hacen irreconocibles.

Fig. 9 ‑ Infantilismo psíquico a causa de la incompletud o malformación del árbol y de su fruto. Puede reflejar también, en razón del fruto, cierto sentido creativo ingenuo. Aunque lo más frecuente es que nos exprese el retardo mental, el poco desarrollo intelectual o las dificultades de adapta‑ al mundo adulto del sujeto. Torpeza mental, en algunos casos.

Fig. 10 ‑ Problemas de contacto o de relación social. Dificultades en la ideación y en la comprensión (tensión en la comunicación). Estas líneas quebradas se presentan frecuentemente en los alcohólicos y en los sujetos drogadictos. Disminución en la vitalidad física. Obturación afectiva. Si la línea quebrada es sólo en la copa, este indicio se acentúa en el terreno ideativo y en las aspiraciones intelectuales (complejos de inferioridad intelectual).

Fig. 11 ‑ Facilidad y rapidez en la fluidez de ideas, en la imaginación. Habilidad en los contactos y relaciones sociales. Trato agradable y cordial. Buen rendimiento en el trabajo y buen dinamismo en la ejecución de las tareas. Facilidad para improvisar soluciones.

Fig. 12 ‑ Estabilidad emocional. Buena armonía entre el sujeto y su ambiente. Las tendencias afectivas, instintivas e intelectuales se equilibran y, como consecuencia, el sujeto sabe apreciar tan­to los valores intelectuales como los aspectos positivos de las cosas o su valor moral o sentido colectivo. Buen control de las tendencias, instintos y necesidades.

Fig. 13 ‑ Dificultades de contacto y relación. Complejo de Edipo mal liquidado o sin liquidar. Temor a la hostilidad del medio ambiente. Falta de confianza en si mismo y necesidad de protección. Dificultades del sujeto con personas que ostentan la autoridad. Es frecuente en viejos o en niños.

Fig. 14 ‑ Esta separación de tronco y copa puede estar en relación con tendencias esquizofrénicas por la disociación de la esfera mental y afectiva. E1 sujeto pierde con más o menos frecuencia las conexiones lógicas entre él y la realidad (ideas incoherentes o incomprensibles). Tenden­cia a una originalidad sorprendente y absurda).

Fig. 15 ‑ Tendencia a vivir con ilusiones, a soñar con los ojos abiertos (inclinaciones y aspiraciones poco diferenciadas, tendencia al bluff, a la ingenuidad, a veces tendencia al convencionalismo por comodidad o por miedo o resistencia a los cambios o al enfrentamiento con la realidad) Carácter pacifico, bonachón, más o menos engreído de su posición o su saber. Adaptabilidad.

Fig. 16 ‑ Retraimiento, timidez, apocamiento. Quizá aún no se ha encontrado a si mismo. Falta de sinceridad. Turbación ante los demás cuando tiene que actuar delante de otros. Tendencia a encubrir las deficiencias o a fingir ante las responsabilidades. Evasión ante el peligro. Inseguridad intelectual o afectiva.

Fig. 17 ‑ Persona bien diferenciada psicológicamente, pero con tendencia al ocultamiento, a cubrirse con una cortina de humo para no querer aparecer como persona agresiva o dura. Tendencia a temer la realidad, a encontrarse inseguro frente a las respuestas agresivas que puedan dar los demás. Por tanto, el carácter oscila entre reservado, diplomático o discreto.

Fig. 18 ‑ Las arcadas en la copa son reflejo del sentido de las formas, de los buenos modales, de obsequiosidad. Necesidad de sentirse estimado y valorado, de alcanzar el aprecio y general aprobación de todo el mundo.

Fig. 19 ‑ Autodefensa, pero a la vez, intento de imponer la propia voluntad. El sujeto se violenta rápidamente si algo no marcha según sus deseos. Nerviosismo, debilidad de carácter, defensa de la propia comodidad o de una manera de obrar perezosa. Poca profundidad en las ideas. Falta de perseverancia (veleidad, metas cambiantes, impaciencia, descuidos, poco afanoso). Compenetración difícil con los demás.

Fig. 20 ‑ Esta copa en forma concéntrica o de "custodia" expresa el egocentrismo, la auto-ostentación, (el sujeto pretende bastarse a s2 mismo) y en su narcisismo egocéntrico expresa la fatuidad y la insatisfacción de la persona a la cual falta a menudo el buen sentido, la autocrítica y la ponderación en cuanto al examen de las ideas o actos de los demás (admiración de sí mismo intensa e injustificada y depreciación de los valores ajenos).

Fig. 21 ‑ E1 sujeto aspira a mucho y no concreta nada (indeterminación veleidosa), es impreciso y caprichoso en sus gustos e inclinaciones, le falta perseverancia y le sobra improvisación. Es receptivo, pero sin profundidad, trata de ensayar, de experimentar, de atender muchas cosas, pero no encaja en ninguna de modo definitivo. Sin embargo, está casi siempre predispuesto a entrar en conflictos o a demostrar su carácter explosivo.

Fig. 22 ‑ Forma de contacto amable y hábil, flotante, imprecisa, que tiene como fin lograr los propios deseos con el mínimo esfuerzo y sacrificio posibles. Carácter alegre, locuaz y entusiasta. Tendencia a atribuir el valor a las cosas o a las personas por su aspecto externo (falta de profundidad y de realismo práctico, todo a corto plazo, (ligereza, vanidad)). Talento descriptivo y decorativo, facilidad de expresión.

Fig. 23 ‑ Mucha movilidad (extremada receptividad de vivencias). Cambio continuo en los procesos psíquicos, en las ideas, en la dirección de los deseos. Esta tendencia a la vivacidad y a movilidad excesiva condiciona la imprevisión y la brusquedad en las decisiones (inflación del Yo, inestabilidad, volubilidad). Despreocupación, impulsividad, creatividad enmarañada. Falta de método y excesiva productividad.

Fig. 24 ‑ Falta de concentración, diseminación de la atención en temas o asuntos varios. No ata bien las cosas, las deja inarticuladas, sin la suficiente cohesión y orden. Excitabilidad nerviosa y psíquica, intranquilidad, impaciencia, distracciones e irreflexiones frecuentes. Aturdimiento, agitación, impulsos afectivos o instintivos variables, que da lugar a una forma de actividad excesiva, confusa y vana con la cual el sujeto intenta engañar su necesidad de acción innata, momentáneamente inhibida.

Fig. 25 ‑ El tronco y las ramas soldadas parece ser un indicio de debilidad mental o de esquematismo muy intelectualizado con el que se intenta poner en orden geométrico o matemático el modo de pensar, sentir y querer. En este caso, el corte entre el tronco y ramas expresa la ruptura íntima entre la mente y la esfera afectiva. Neurosis o tendencia esquizofrénica, depende. En adultos expresa falta de lógica, incoherencia en el modo de pensar, discontinuidad en el pensar y sentir, cualquier tipo de neurosis profesional. Falta de autenticidad, etc. (Para otros significados, ver página 219 de KOCH). E1 sujeto aún no se ha encontrado a sí mismo.

Fig. 26 ‑ Tendencias internas depresivas. Falta de energía, de decisión y de iniciativa. Receptividad (tendencia a dejarse influenciar). Falta de sentido de la realidad. Inseguridad, desorientación, indeterminación de voluntad. Pasividad, ensoñación, fantasía. Facilidad para la expresión de las disposiciones de ánimo. Plasticidad y, a veces, alegría de colores y capacidad descriptiva por gozo de sentirse escuchado.

Fig. 27 ‑ Tensión, disonancia intima, luchas intrapsiquicas, escisión entre los elementos masculino y femenino de la personalidad (ánima‑animus). Contradicciones intimas, ambivalencia (pensamientos y sentimientos que se afirman y se niegan simultáneamente y que, naturalmente, son contrarios el uno al otro).

Fig. 28 ‑ Lo mismo que el anterior, pero agravado por un mayor desequilibrio. Este árbol es elegido preferentemente por psicópatas inestables, inconsecuentes, muy influenciables. Cambios de actitud irrazonados. Insinceridad.

Fig. 29 ‑ Estas formas impropias recuerdan un poco el caso de la fig. 8. Parece que reflejan un estado interno de desorientación, de perturbación. E1 sujeto no se encuentra a sí mismo, no sabe cómo actuar psíquicamente y, debido a esto, o se retrae o utiliza cualquier tipo de máscara para encubrirse y defenderse de su turbación, de su timidez, de su apocamiento. E1 sujeto puede, por su defensividad, aparecer insincero, embustero, hipócrita.

(1)   Karl Koch ‑ "E1 Test del Arboll1 ‑ Edit. Kapeluscz ‑ Buenos Aires.
(2)   Xandró ‑ "El Estilo Personal en el Dibujo del Árbol"

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